Es una serie de conductas y acciones emprendidas por un adulto hacia un menor de edad que puede suceder online o en persona, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual, mediante imágenes eróticas o pornográficas; incluso como preparación para un encuentro sexual.
El proceso del engaño
El adulto procede a elaborar lazos emocionales (de amistad) con el menor. Simulando ser otro adolescente con fotos falsas en su perfil.
El adulto va obteniendo la confianza del menor.
Pretendiendo ser alguien que no es.
Ofreciendo comprensión y consejos.
Obsequiando regalos.
Brindandole atención.
Utilizando su posición o reputación profesional.
Utilizando tácticas como la seducción, la provocación o el intercambio de imágenes, consigue finalmente que el menor se desnude o realice actos de sexuales.
Entonces se inicia el acoso, chantajeando a la víctima para obtener cada vez más material pornográfico o tener un encuentro físico con el menor para abusar sexualmente de él.
Consejos de prevención
No proporcionar, fotos o información personal fácilmente a los extraños en las redes sociales.
Preservar la seguridad de cuentas y contraseñas.
No ceder ante el chantaje bajo ninguna circunstancia, puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del groomer.
No dudes en pedir ayuda si te encuentras ante una situación nueva y delicada que conlleva gran estrés emocional. Contar con el apoyo de una persona adulta de confianza es fundamental.
Buscar y recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes y todo aquello que pueda demostrar las acciones del groomer o dar pistas sobre su paradero o modo de actuar.
Formular una denuncia con un adecuado análisis de la situación y elementos de prueba que ayuden a la investigación.